AULA DE MEDIOS: ETAPA #5 (2011-2012)

“CONVIVENCIA FAMILIAR”

EQUIPO 1

Hola somos del equipo: “Las mejores amigas”, de la Escuela Primaria Matutina “La patria es primero”, de Acapulco, Guerrero; estamos muy felices de compartir con ustedes la quinta etapa del proyecto, en el cual, les platicaremos porque son tan importantes los valores dentro de la educación de todos nosotros.

Al nacer, nuestros hermanos no son ni buenos ni malos, desconocen las normas que rigen la familia o la sociedad. Su conciencia ética se va desarrollando con el paso de los años. Pero necesitan ayuda, ya que no llevan ningún chip incorporado que les diga si sus actos son correctos o incorrectos, lo que está bien o lo que está mal. Por eso es tan importante enseñar los valores cívicos que les permitan desarrollarse y convivir en una sociedad plural.

Los valores son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Todos nuestros padres deseamos que nosotros nos comportemos de forma educada, pero sin que nos convirtamos en niños temerosos o conformistas, ni transformándonos nosotros en padres exigentes y quisquillosos.

Hay algunos valores fundamentales que todas las personas debemos asumir para poder convivir unos con otros y que son importantes tener siempre presentes y cumplir sin perjudicar a nadie.

Durante los primeros años nuestros hermanos aprenden tanteando el terreno y probando cosas. A través de pequeños actos, nosotras como hijas vamos percibiendo qué está bien y qué no debemos hacer. A partir de la edad de 3 años, ya se saben ver en otros niños lo que hacen mal y lo que hacen bien: "Miguel es muy guapo porque me da besos" o "David se porta mal porque da patadas". A partir de los 5 y 6 años, los niños tienden a mirar a los adultos y ver en ellos el claro ejemplo de lo correcto: por eso intentan ser como ellos y comportarse como ellos.

La adquisición de buenos valores depende, como casi todo en la vida de nosotras como hijas, de sentirse queridas y seguras, de desarrollar lazos estables con nuestros padres y de tener confianza en sí mismo. Sólo sobre una base de amor y seguridad podrá aprender e interiorizar los valores éticos correctos. Lo más importante: el ejemplo que dan los padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de ceder el asiento, de repartir lo que les gusta, de renunciar a algo, de defender a alguien, etc.

Un comportamiento de los padres que transmite tolerancia, respeto, solidaridad, confianza y sinceridad empapa a los hijos de todos estos valores y aprenden a actuar respetándolos siempre.

Los valores pueden variar mucho según las culturas, las familias o los individuos. Existen diferentes tipos de valores:
Valores familiares: Hacen referencia a aquello que la familia considera que está bien y lo que está mal. Tienen que ver con los valores personales de los padres, aquellos con los que educan a sus hijos, y aquellos que los hijos, a medida que crecen, pueden aportar a su familia. Los valores familiares son los primeros que aprenderemos nosotras como hijas y, si sabemos transmitirlos con paciencia, amor y delicadeza, pueden ser una buena base en la que apoyar, aceptar o rechazar otras experiencias, actitudes y conductas con los que se irán encontrando a lo largo de nuestras vidas.

Nosotras nos despedimos y esperamos que les hayan gustado nuestros comentarios.

Equipo de los integrantes: “Las mejores amigas”

Saludos a todos….

EQUIPO 2

Hola a todos, nosotras somos: “Las Mariposas”, de la Escuela Primaria Matutina “La patria es primero”, de Acapulco, Guerrero; queremos compartirles nuestros comentarios de la etapa 5 a todos ustedes, nuestros abuelos son las personas más maravillosas que tenemos en nuestras vidas.

¡Arriba la familia!

En la actualidad, la poca convivencia que existe entre los abuelitos, padres e hijos se ha incrementado en los últimos años.

Hoy en día, el lenguaje se usa sólo para transmitir información, no para comunicarnos. Nuestros padres están muy bien enterados de la talla y medidas de sus hijos, de su peso, sus padecimientos, su comida favorita, cuántos dientes se le han caído, qué juguetes les gustan, quiénes son sus amigos, quiénes sus maestros, cuáles son sus calificaciones.

Sin embargo, lo cierto es que no hemos aprovechado el lenguaje para hablar de sus y nuestros sentimientos, este hecho, levanta muros entre padres e hijos y entre la misma pareja.

Por lo tanto, los sentimientos son lo que asimilamos de los sucesos que se nos presentan día a día. Es decir, lo que uno siente. El niño que logra expresar un sentimiento presta atención a su voz interior.

Aprende a comprenderse y a aceptar su modo peculiar de ser. Cuando su expresión ha sido escuchada y comprendida, el niño se mira en los ojos de quien lo acoge y, entonces, comienza a reconocerse a sí mismo. Gracias a esa compenetración, el niño se reconoce: “yo soy éste”, con lo cual, adquirirá confianza en su persona.

Esperamos que les hayan gustado nuestros comentarios.

Nosotras somos: “Las Mariposas”

Les mandamos a todos un fuerte abrazo….

EQUIPO 3

Hola que tal compañeros, nosotras somos del equipo de: “Las florecitas y el abejorro”, de la Escuela Primaria Matutina “La patria es primero”, de Acapulco, Guerrero; queremos mencionarles los comentarios de la etapa 5.

En la actualidad, nuestros padres intentan educar a sus hijos con el respeto, la tolerancia, la renuncia a la violencia, la consideración y la cortesía, pero vivimos en una sociedad en la que nosotras como hijas descubrimos que también imperan otros valores muy diferentes como el liderazgo, el egoísmo, la acumulación de dinero, el ansia de poder, e incluso el racismo y la violencia. Por lo tanto, los valores familiares determinarán, en gran medida, el buen criterio que tengamos como hijas. La educación en estos valores depende, en gran parte, de que se contemplen en aquellos valores que la familia considera primordiales, es decir, que entre los valores familiares que se transmitan a los hijos estén estos valores ético-morales imprescindibles.

1. Respeto: tiene que ver con aceptar al prójimo tal como es, con sus virtudes y defectos, reconociendo sus derechos y necesidades. Decir las cosas educadamente, sin herir, violentar o insultar a nadie, son muestras de respeto.

2. Sinceridad: la sinceridad es el pilar en el que se sustenta la confianza. Para que nosotras como hijas no hay que mentir: es por eso, que los niños mienten por miedo al castigo.

3. Renuncia a la violencia: que nosotras como hijas no seamos violentas, esto muchas veces depende mucho de que nuestros padres nos griten, peguen o nos falten al respeto.

4. Disposición a ayudar: conseguir que los niños ayuden a los adultos y a sus iguales se consigue fácilmente: sólo debemos aceptar desde el principio sus ganas de ayudar, que nuestros padres nos encomienden pequeñas tareas y adaptarlas siempre a su edad y sus posibilidades.

5. Cortesía: tiene que ver con el respeto, la consideración y los modales. No tiene que ver con no poder hacer algunas cosas porque no es de buena educación, sino en hacerlas diciendo "por favor", "gracias" y "¿puedo?".

6. Consideración: tiene que ver con saber renunciar a los propios intereses en beneficio de los demás. Si los niños ven que sus necesidades se toman en serio, les será más fácil respetar las de las otras personas.

7. Tolerancia: tiene que ver con la aceptación y el respeto hacia la gente que es diferente, a lo que nos resulta extraño, desconocido o poco habitual.

8. Responsabilidad: tiene que ver con la confianza que tenemos con nuestros padres, en que nosotras como hijas sabremos asumir algunas tareas y cumplirlas.

Tiene que ver con la conciencia de que los actos o el incumplimiento de los mismos tienen consecuencias para otras personas o para nostras mismas.

La responsabilidad que tienen nuestros padres en la transmisión de estos valores a nosotras es crucial. Los valores no se transmiten vía genética, por eso es tan importante tenerlos en cuenta en la educación. Pero debemos saber que los valores no se enseñan independientemente del resto de cosas, ni a través de grandes explicaciones o dando una lista con aquello que consideramos correcto y lo que no.

Por lo tanto, los valores se transmiten a través del ejemplo práctico, a través de la cotidianidad, de nuestro comportamiento en el día a día, en aquello que los niños al observar hacen de sus padres.

Nosotros somos: Yoltzin, Danae, Karen, Corazón y Vladimir.

Hasta luego compañeros, y esperamos que les haya gustado.

CONVIVENCIA FAMILIAR CON LOS ABUELITOS, PADRES, MAESTRA DE GRUPO, ALUMNOS, RESPONSABLE Y AUXILIAR DEL AULA DE MEDIOS.